Azul Mar Eterno

Asómate a mi mar.
Confunde su azul con el cielo.
Mar traquilo y sosegado.
Mar Eterno.

SE BAÑAN EN MI MAR

viernes, 26 de febrero de 2010

SIEMPRE CONTIGO


En las horas inciertas e inexplicables
de los despertares perezosos,
soñamos con un cielo imposible.

Hablamos de bosques quemados,
de fugitivos y de maquis.
De niños que hacían crujir las hojas
secas y caídas del otoño,
de infancias sonrientes
y pies descalzos.
De manzanas rojas en árboles
de primavera y hierba verde,
de juncos y de ranas.

De viajes astrales al cinturón de Orión
y a las brujas de Zugarramurdi.

Y hablamos de la lluvia.

Querías comerte mis nubes
y beber todos mis mares.

Discutimos durante horas
el sentido mágico del S.C.
Bromeamos Sin Comentarios.
Sonreímos con Sólo Cariño.
Rimamos los Sueños Cálidos.

Y, al final, lo averiguamos.

domingo, 21 de febrero de 2010

FUEGOS ARTIFICIALES




Se reencontraron en las estrellas
una noche sin luna.
Hacía frío ese invierno.
Hasta el mar parecía distinto:
más bravo, más gris, más inquieto…

Caminaban en círculos concéntricos.
En espirales de luces de neón.
Y se vieron en un giro del tiempo
- casi sombras de lo que fueron -

Paralizados, incrédulos, se observaron,
buceándose alma adentro.
Ella ensayó una sonrisa y la noche
dejó de ser un agujero negro.
Él extendió sus manos y la cubrió de versos.

No hubo parpadeos que apagasen la luz
ni un segundo en el encuentro.

Apenas un roce de sus dedos
y estalló el cielo
en fuegos artificiales.
Pero, al fin y al cabo… fuegos.

viernes, 19 de febrero de 2010

VELANDO TU SUEÑO

“Sol ardiente de junio” de Frederic Leighton

¿Dormiste bien anoche, mi sol?
¿Sentiste cómo te arropaba?
Entré sigilosa por una rendija
que dejaste en tu ventana.
Envuelta en niebla y en brisa,
perfumada de sal y de algas,
fingiendo ser onda marina
me acerqué hasta tu cama.

Vi tu respirar inquieto
- parecía que soñabas -
y acaricié tu cabello
para que te sosegaras.
Y, sobre las seis y media,
a punto de rayar el alba,
besé tus párpados dormidos,
mientras rozaba tu cara
y te susurré al oído:
te quiero, mi sol…hasta mañana.

miércoles, 17 de febrero de 2010

SIN RENUNCIAR AL SOL



Si de renuncias se trata
soy experta en universos.

Puedo renunciar al mar,
a su acariciar inmenso,
a la brisa, a la sal,
a su azul de firmamento.

Al perfume del jazmín
cuando me lo trae el viento
y se ciñe entorno a mí
como ceñías mi cuerpo.

Si de renuncias se trata
puedo renunciar al tiempo.
A los futuros perdidos,
a los recuerdos eternos.

Al caminar sosegado
por los espacios abiertos.
A los rincones dormidos
entre tu piel y mis senos.

Pero, de noche y de día,
aunque parezca perverso,
no puedo renunciar al sol
aunque renuncie a tus versos
.

lunes, 15 de febrero de 2010

DONDE YO QUIERO MORIR



Querría cobijar tu reposo entre mis senos
cada día que nos reste por vivir.
Hacer que tu ceño fruncido se extendiese
y arrancarte del alma las dudas del porvenir.

Querría celebrarte cada triunfo en cada esquina
y empañarte los duelos que te puedan afligir.
Sembrarte de lirios el borde del camino
que perfumaran cada minuto de tu existir.

Mas… me conformo con mirarte dormido,
verte con los ojos cerrados, empapado de mí,
tras recorrer los recodos de ese camino
encantado que me hace reincidir
al deslizar los besos por tu espalda
hasta el lugar donde yo quiero morir.

Y comerme con gula la manzana
- que cualquier ley deseo transgredir -
pues renuncio al paraíso si el infierno
es el lecho que podemos compartir.

TIEMPO IMPOSIBLE





Sueño con un calendario imposible
con fines de semana alternos,
con domingos invisibles
y pleno de viernes eternos.

Sin las ausencias terribles
que hacen tan frío el invierno
sin los adioses temibles
que te vuelcan al averno.

Con caricias concupiscibles,
con el instante más tierno
de los fluidos miscibles
reunidos en lo interno.

Con roces impredecibles
que te llevan hasta el cielo,
con deseos irreprimibles,
con estallidos supernos.

Con los años apacibles,
con los días eviternos,
con minutos indivisibles
y con segundos… enteros.

miércoles, 10 de febrero de 2010

RETRASO





Tardé en llegar a ti
porque me entretuve
pintando de índigo el cielo.
Y me tomé un momento
para sembrar rosales
en el sendero
que une tu mirada
y mi deseo.

Pasé algunos minutos
ungiendo mi pecho
con aromas de tomillo
y de romero.
Vestí con un desnudo
mi cuerpo entero
y perfumé con lavanda
cuello y cabello.

Mas, cuando casi llegaba,
recordé el fuego…
que prendí en mi vientre
y entre los dedos
para aplacar el frío
de este invierno.

Por eso, amor mío,
este lamento.
Por tanto retraso…
cuánto lo siento.

(Marzo 2009)

lunes, 8 de febrero de 2010

SÁBADO NOCHE 20:30

(Homenaje a un poeta infinito, con su permiso y parte de sus versos)


Deseé haber estado allí
y verte recitando.
Me vi llamando a la puerta sin timbre,
golpeando el aire con los nudillos.
Adiviné la casa vieja de techos altos,
de paredes blancas de cal,
las escaleras en la pared disimuladas,
el biombo hecho con una sábana…

Había mucho silencio y un cálido aroma
a vino y a gente distinta.
Mis ojos te vieron a través del humo,
sentado en un taburete alto de bar.
El suelo se cubría con los papeles
que arrojabas después de leer cada poema.
Te deshacías ante el micrófono
y susurrabas como si fuese en mi oído.

Me sentías allí… desnuda como soy.
Arropándote entre un millón de nervios tranquilos.
Emocionado, susurraste en voz alta en mi boca.
Y leíste los sonetos.
Y besaste en los ojos a los sueños.

Cada verso iba para mi boca entreabierta
y nos sentimos unidos en el tiempo.
Se te desbordó el aliento de pasiones
y te derramaste por todos y para todos.

Te abriste y te extendiste por el cielo
y me besaste el sábado noche
en todas las esquinas recónditas
y desnudas de mi cuerpo.

Mi aire cálido te envolvió profundamente
mientras me convertía en verso.

BÚSCAME


(Imagen: Vladimir Kush)


Búscame
en los espacios mínimos que hay entre las letras
que forman palabras hermosas,
en las pausas inaudibles de la música,
cobijadas entre las notas,
en el olor a árbol de los libros aprendidos
resguardado en la memoria.

Búscame
en el polvo luminoso de un cometa,
en el batir de alas de las mariposas,
en las gotas de rocío y en la fragancia
del jazmín y de las rosas,
en la tibieza de la brisa marina
y en el vaivén de las olas.

Y, si aún así no me hallas,
búscame
en la caricia que tu piel alberga,
en el impulso que tu latir desboca,
en la mirada que guardé en tus párpados
y en el beso que dejé en tu boca.
(Marzo 2009)

sábado, 6 de febrero de 2010

HEMOS PERDIDO EL CAMINO A OZ


Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro compañero,
no debía de quererte
y sin embargo...te quiero.





Nunca quise ser una triste canción de amor
ni ser razón del dolor gritado al cielo
ni causa de noches inquietas sin sueño.

Quise ser esa sonrisa que nunca adornó la pared
o estar entre los rostros fijos de tu gente.
Mas … desaparecí de tu mesita de noche.

Quise ser la mano que acogiera las tuyas
y cobijar en mi regazo tu corazón dolorido.
Quise cubrir con la seda de mi cabello rojo
las cicatrices y las antiguas heridas…
y sólo conseguí abrirlas de un zarpazo.

Quise ser luz y princesa y musa de unos versos.
Y me convertí en la bruja del cuento.

Ya no quedan adoquines amarillos hasta Oz.

Ya no queda avaricia ni codicia de tus besos
ni se enreda en un pliegue de mi falda el viento.

¿Por qué, entonces, este sabor a hiel en la boca?
¿Por qué este sabor a miel en los recuerdos?

jueves, 4 de febrero de 2010

MUJER DE BARRO

(Escultura: Mujer de barro - Cayetano Guerra)



Te deseo alfarero
modelando mi barro.
Tú sabes recomponer
siempre los pedazos.
Recoges escombros,
deshechos y fango
y tus manos sabias
me van levantando.


Torneas mis muslos
sólo con tus labios
mientras llenan mis pechos
el cuenco de tus manos.
Tu boca, que es mi boca,
mi humedad va secando
Y lames el lodo
en mi piel tatuado,
hasta que estalla en estrellas
mi vientre entregado.


Sólo deseo, alfarero,
ser siempre tu barro.


martes, 2 de febrero de 2010

DE LODOS Y LUCES EXTRAÑAS



En la oscuridad absoluta
de la noche fría me perdí.
Dejé mi piel en la orilla
de la ciénaga maloliente.
Y me sumergí.

No hubo nada. Sólo silencio.
Ni olas ni gaviotas ni azul.
Ni siquiera sal en los labios
ni en los ojos apagados.
Ni estabas tú.

No hubo nada. Sólo quietud.

Y cubierta de lodo mi desnudez
empecé a remontar.
Y a crecer.
A ver luces en mi memoria
que me hacían creer
que tal vez llegaría un día…tal vez…
en que ya no habría barro
que cubriese mi piel.

URQUINAONA

( fotografía:  Amelia Díaz
Plaza de Urquinaona, 10-10-08)


Contra el azul imposible del cielo de octubre
los castaños alzaban sus brazos largos.
Las hojas, casi verdes, como sus ojos,
se resistían a salir volando,
aunque el otoño ya las teñía
con mechones rubios de sol cansado.

Ella paseaba dichosa arriba y abajo,
por la plaza pintada de octubre dorado.
El caminar lento, con pasos contados…
- enredaba su falda el viento templado -
Mañanas dulces de sueños pausados.
En Urquinaona se iba el verano.


lunes, 1 de febrero de 2010

MELOCOTONES FRÍOS



En ese tiempo estantío
de horas lentas, perezosas,
de hermosas tardes de estío
en estancias calurosas,
te siento llegar, amor mío,
a cubrirme con frutas jugosas,
con melocotones fríos,
con mil pétalos de rosas,
como gotas de rocío,
y a ti me arrimo, mimosa,
sintiendo un escalofrío
cuando tus manos fogosas
me recorren como un río
y tu boca amorosa
recita versos en mi oído.

EL ESTREMECIMIENTO CUANDO ME NOMBRAS





Tal vez todo reside en el ángulo perfecto de tu abrazo
o en tu mirada cuando me ahondas.


Tal vez es el aroma a bosque profundo de tu cuerpo
o la risa que escapa impetuosa de tu boca.


Tal vez es el tiempo que desaparece en nosotros
y se alarga extendido como las sombras.


Tal vez son las palabras que nos callamos
y las que nos susurramos sobre la alfombra.


Tal vez todo sea tan sencillo
como el estremecimiento cuando me nombras.