Azul Mar Eterno

Asómate a mi mar.
Confunde su azul con el cielo.
Mar traquilo y sosegado.
Mar Eterno.

SE BAÑAN EN MI MAR

domingo, 26 de febrero de 2012

EBRIA

Fantasía - Anastasia Woron


 
Con melancolía de árbol,
intentas detener
el límite de las auroras.


Yo estanco  lágrimas y me enredo
entre hebras de plata.

Ebria,
expando la frontera
de mis limitaciones,
mientras la pólvora fusila
la epidermis de la noche.

Si supieras cuánto extraña
la convexidad de mis senos,
la concavidad de mi sexo
y la humedad
de mi boca erial,
el rayo fulgor impaciente
de tu convulsión extrema,
volarías,
anidarías,
enraizarías
en la paz diferente
de mi poema.




miércoles, 22 de febrero de 2012

TU NOMBRE RECORRE LAS CALLES


Ayer espiamos desfiles
escondidos tras las máscaras,
mientras los jóvenes lloraban
sus ofrendas perdidas.

¿Qué nos queda sino lágrimas
de ámbar fosilizado?

Tu nombre recorre las calles,
restriega alcantarillas.

Y yo solo quiero tocarte.
Olvidar ensayos y dioses.
Me rindo ante tu boca
que roza palabras malditas.

Olvido los principios,
la concreción de la ley,
en papeles amarillos.

Y yo solo quiero tocarte, amor,
mientras tu nombre recorre las calles
junto a mi nombre.


domingo, 19 de febrero de 2012

jueves, 16 de febrero de 2012

TANTA MALDITA LÁGRIMA

Fotografía: Amelia Dïaz

Secuestrarán la esperanza.
Tendremos que refugiarla
en nichos de golondrinas.
Pedirán como rescate
las cosquillas de los labios
cada vez que musitamos
libre tierra,
libre viento,
libre mar.

Perdimos los eslabones
de cadenas esmaltadas
mientras soñamos utópicos
escapar de los sistemas.

Nunca tuvimos refugio
en las noches de tormenta.
Ya no nos sirven las máscaras
ni los paraguas de flores.

Abandonamos los libros
en los lugares comunes
donde enterramos recuerdos.

Solo tenemos ahora
tanto girasol vacío,
tanta lluvia de febrero
decapitando las ramblas,
tanto frío de sepulcro
y tanta maldita lágrima.


miércoles, 8 de febrero de 2012

NADA

Fotografía: Amelia Díaz


Por un momento volví
a vestir la mesa antigua,
a dar comida a los peces
y a vislumbrar de reojo
los espectros del pasillo.

Nada importaba en la noche.
Nada, sino tu mirada.
Nada al fondo del estanque.


Nada queda de nostalgias.
Nada.