Azul Mar Eterno

Asómate a mi mar.
Confunde su azul con el cielo.
Mar traquilo y sosegado.
Mar Eterno.

SE BAÑAN EN MI MAR

miércoles, 27 de marzo de 2013

MI SOL


Una casa vacía está llena
de silencios y reverberaciones.
Las paredes susurran
palabras nunca dichas
y gritos que azulean
los marcos de las puertas.

Tú tenías celos del habitante de la casa,
del pintor de estrellas en el techo
de una alcoba en la que nunca dormí.

Siempre fuimos fantasmas
atravesando paredes y cristaleras,
como rayos de sol bailando
en una cocina solitaria.

¿Recuerdas?
Era un delantal que cantaba algo estúpido
y un rumor a patio andaluz en los geranios.

Ahora caminas lento, como antes,
ahora que te marchas al futuro,
ahora que sé que tus manos
ya no preguntan más por mi piel.

Pero te entiendo.
Este mundo va a la deriva.
Era imposible continuar el viaje
con un corazón como el tuyo.
Era mejor apearse
en el primer plenilunio de primavera.



A Francisco Cuevas Hernández. Mi sol.

ALGO SE MUERE EN EL ALMA CUANDO UN AMIGO SE VA...

Paco y yo



MIS MANOS PREGUNTAN POR TU PIEL - Francisco Cuevas Hernández (1943-2013)



Mujer…Dónde estas?
Mi universo se impacienta. ¡¡Quiero verte!!
Mis manos miman mariposas de alas azules.
Mis ojos fantasean colores... plantas y flores.
Mis oídos se preñan de música, cantos y risa.

Mis labios sueñan con besos de tomillo y menta.
Mis pies se pierden en caminos larguísimos
mientras el reloj de la vida diseña las horas.
El arco iris envejece y yo cuento los cuentos
de las mil y una noches... esperándote.

Mi preciosa muñeca de luz ¿Dónde estás?
Mis ojos enamorados quieren verte
Tapas tus oídos con ceras de colores y no oyes mi voz llamándote?
Quizá estés tan cerca de mí que puedas respirar mi aliento
o tan lejos que solo en sueños pueda la luna vernos caminar juntos?

Quizá hables un lenguaje distinto al mío o me mires con tibieza
desde el otro lado del destino, o puede
que nos crucemos en cualquier calle del mundo
mientras yo ando, perdido, vacío, solo,
sin poder encontrar la ruta que lleva a tu vida.
Mis manos preguntan por tu piel y por el calor amable de tu boca,
y recorro la vida buscando tus pasos amanecidos
y solo he sido capaz de encontrar más noche.

Apasionadamente mi aliento te busca en la eternidad
porque necesito sumergirme en la serenidad de tu alma
y morir mirando la placidez de tu maravillosa sonrisa.
Te propongo construir una vereda...un camino...una ruta.
Una ruta de cariño sin excusas ni miedos que comunique
tu preciosa mirada mediterránea con mi corazón pacífico. 


Playa de Moncófar

Hasta siempre, mi sol.